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domingo, 29 de enero de 2023

LA GRAN LECCIÓN DE VIDA DE LA PANDEMIA (ENSAYO ARGUMENTATIVO)

 La pandemia nos obligó a cambiar la manera en que nos comunicamos y en que interactuamos. Al estar encerrados no podíamos salir a hacer cosas básicas como comprar víveres, caminar en el parque o tomar una cerveza ya que la cuarentena obligaba a cada ciudadano a estar en casa sin salir, a menos que fuera una emergencia. Ya no había que trabajar así que podíamos pasar tiempo en casa con nuestra familia, podíamos ver la televisión juntos, jugar un juego de mesa o un videojuego. El caos en los hospitales es otra historia, ya que estos colapsaron y mientras algunos tuvimos la fortuna de no perder a ningún ser querido fueron miles los que sí que perdieron a muchos; incluso hubo familias enteras que fallecieron por culpa de este nefasto virus que nos tomó por sorpresa a todos. El encierro afectó emocionalmente a muchos, lo que ayudó a disparar los casos de violencia intrafamiliar ya que la vida ajetreada que llevamos todos nos obliga a no pasar tanto tiempo con nuestra familia, estamos acostumbrados a solo vernos poco tiempo y a dedicar casi que ni una hora completa del día a hablar entre nosotros, en indagar cómo nos sentimos y en comunicar nuestros pensamientos o ideas. Es impresionante cómo este mundo está lleno de arrogancia, de gente egoísta y superficial, que cree que el mundo fue hecho para ellos y se sienten superiores a todos, pero la pandemia nos demostró que somos insignificantes y débiles, que tan solo somos otro ser vivo que está en este planeta y que un simple virus puede cobrar la vida de millones de personas sin que nadie pueda hacer nada. Esta pandemia, aunque nefasta y mortífera nos dio muchas lecciones de vida y sobre todo nos puso los pies en la tierra. 




Tanto ricos como pobres estaban muriendo de COVID-19, salas de emergencia y morgues recibían a gente de altos y bajos estratos; el virus no hacía distinción. Es ahí cuando nos damos cuenta que todos somos iguales, aunque en la sociedad esta afirmación no se cumpla cabalmente, ya que algunos tienen poder y dinero mientras otros no tienen nada, lo cierto es que la pandemia nos demostró que hay veces en la vida en que el dinero no lo compra todo, nos demostró que personas buenas, humildes y sinceras, que aportan mucho a este mundo son tan vulnerables como esas que solo amasan inmensas fortunas con el sufrimiento de otros. Parece que el universo, el destino, Dios o lo que sea que actúa sobre este mundo quisiera ponernos los pies en la tierra, quisiera darnos a entender que no somos superiores al animal más pequeño de este planeta, que nuestra arrogancia y altivez es solo la muestra de lo estúpido que podemos llegar a ser.    


⬇️ENSAYO EXPLICADO AQUÍ⬇️





Los seres humanos tenemos mucho que aprender. Hemos logrado grandes avances en campos como la medicina y la tecnología, pero no hemos aprendido las cosas básicas de la vida, no hacemos sino destruirnos y dividirnos cada vez más, no hacemos nada más que contaminar este planeta, y mientras que unos pocos se lucran con eso la gran mayoría solo sufre y muere en este mundo agonizante, que cada día se marchita más. Todos somos iguales, y mientras no caminemos en el mismo sentido y no seamos conscientes de que debemos estar juntos y unidos para conservarnos y perdurar como sociedad, lo cierto es que no se avecina un buen futuro para todos nosotros. 


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