El cambio climático es algo que nadie puede negar y es algo con lo que se tiene que lidiar ahora antes que sea demasiado tarde. Las temperaturas alrededor del mundo cada vez son más altas a causa de la desmedida contaminación que cada día, cada minuto, y cada segundo estamos lanzando a nuestra atmosfera. Los gobiernos tienen un papel fundamental en este aspecto, y es que son los únicos que pueden hacerle frente al cambio climático a través de la puesta en práctica de diversas legislaciones que busquen reducir la cantidad de contaminación que en múltiples sectores económicos se está produciendo. Esto en el papel suena muy bien, sin embargo, en la realidad no funciona de tal manera ya que, sí, no se puede negar que muchos países desarrollados están poco a poco implementando políticas públicas que buscan reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para ir frenando el impacto negativo que producen en el medio ambiente, pero esto no es así en todo el mundo, de hecho en los países subdesarrollados hay muy poca de esta legislación por no decir que es nula; no hay una real preocupación por el cambio climático. Los gobiernos de todo el mundo deben tomar en serio este fenómeno del cambio climático, dejando a un lado sus intereses económicos; ya que estos son el causante de que muchos países no estén haciendo nada para mejorar las condiciones de vida en este planeta.
El capitalismo salvaje es la génesis del calentamiento global y el cambio climático. Hoy en día la mayoría de países del mundo tienen una economía extractivita, que se basa en explotar todos los recursos que nos pueda dar la naturaleza, lo cual no es necesariamente malo del todo, sin embargo, lo negativo es cuando no se contemplan, desde los gobiernos, otras alternativas que puedan ir sustituyendo paulatinamente a esa economía exclusivamente extractiva, que no puede ser sustentable ya que, como sabrán, algún día ya no habrá nada que extraer. Los gobiernos están tan enfocados en las ganancias rápidas y fáciles, en vender todas esas materias primas que explotan a los países desarrollados y obtener dinero constante, sin pensar en el daño ambiental que hacen y en la contaminación que generan en el proceso. Los países desarrollados tampoco están interesados en que los países en vía de desarrollo cambien su manera de pensar, ya que no les conviene que haya menos explotación de materias primas en esos países, puesto que ellos necesitan dichas materias para poder mantener el derroche y la opulencia. Debemos escoger gobiernos que cambien ese enfoque económico, que se empeñen en implementar políticas públicas que favorezcan las energías limpias y que ayuden a reducir la contaminación a nivel mundial. No es un camino fácil, de eso no hay duda, ya que cuesta bastante cambiar esa mentalidad del dinero fácil y rápido de los gobiernos, pero es algo que se debe hacer ya que si no se empieza ahora mismo no podremos ver cambios significativos a mediano plazo, y si no empezamos ya, quizás en unos pocos años más ya sea demasiado tarde.
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