La paz comienza cuando perdonamos y somos capaces de seguir con nuestras vidas sin resentimientos. Poder perdonar a quien nos quitó un ser querido no es nada fácil, pero es algo necesario para sanar, para no perpetuar la violencia, el odio y la guerra que han atravesado muchos países hasta nuestros días, con conflictos armados que han durado décadas y que han tomado la vida de miles y miles de personas. La causa de la guerra en los países en vía de desarrollo podemos atribuirla a la tremenda desigualdad que existe en dichas sociedades y a los malos gobiernos que solo hacen que esa brecha de desigualdad crezca cada vez más y más, y por todo esto es que se entiende que haya grupos armados que se rebelan contra el sistema, que toman las armas y que deciden sublevarse ante un Estado que olvida a sus ciudadanos, que los desprecia y que los obliga a estar sumidos en la miseria mientras ellos, los que manejan el poder, sí pueden derrochar y vivir una vida opulenta. Se hace necesario que todos los países que atraviesan conflictos armados tomen la decisión de escuchar a esos grupos al margen de la ley, de sentarse y dialogar, buscar opciones para dejar a un lado las diferencias, y aunque no es un proceso sencillo y seguramente haya miles de personas que prefieran más guerra, lo cierto es que el diálogo es un único camino para acabar con la guerra e iniciar un proceso de paz y perdón.
Un ejemplo de país que han tomado la ruta del diálogo es Colombia, ya que han iniciado desde hace varios años un proceso de paz con las FARC, uno de los grupos armados que lleva más de 50 años azotando varios departamentos del país con secuestros, extorsiones y narcotráfico. Este proceso de paz, en resumidas cuentas, consiste en que los grupos armados dejen las armas, digan la verdad para poder reparar a las víctimas y que paguen una condena justa para saldar su deuda con la justicia colombiana. Muchos grupos políticos de derecha en Colombia se escandalizaron por esta decisión, ya que para ellos debe haber una condena ejemplar contra estos integrantes de las FARC, no debe haber ningún tipo consideración, pero lo que no entienden es que ellos mismos, la ultra derecha Colombina, es la que ha gobernado décadas y la que ha propiciado se llegue hasta este punto, puesto que con su incompetencia y su arrogancia han hecho que la gran brecha social sea cada vez peor, dando origen a grupos armados que reclaman una mayor presencia y eficacia del gobierno. No podemos pretender que en un diálogo no haya acuerdos y concesiones ya que las partes deben ceder en muchos aspectos para poder llegar a un consenso, pero sea cual sea el resultado lo importante es que haya diálogo, que podemos ponernos en los zapatos del otro, del oprimido, del que históricamente ha sufrido los abusos del Estado.
⬇️ENSAYO EXPLICADO AQUÍ⬇️
El diálogo es la única manera en que podemos lograr un proceso de paz, es la forma en la que podemos culminar con décadas de conflicto que tanto daño han hecho a miles de personas. Los gobiernos de turno deben dejar a un lado su mentalidad tradicional de combatir fuego con fuego, ya que históricamente ha quedado demostrado que eso no nos ha llevado a ningún lado. El diálogo es el camino y ojalá este sea un precedente y un referente a tomar en cuenta por otros gobiernos que también están pasando situaciones de conflicto armado.
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