El cambio climático es innegable, y aunque muchos políticos y gobiernos traten de minimizarlo o hasta negarlo, ya es evidente que no podemos continuar con el ritmo y estilo de vida que todos llevamos. La cantidad de contaminación que emitimos cada día al planeta es tremenda, de eso tampoco hay duda, sin embargo, existe una pequeña cantidad de personas, cerca del uno por ciento de la población, que es tan rica que no podrían gastar su fortuna en esta vida, las cuales emiten muchísima más cantidad de contaminación que una persona del común, lo cual deja en evidencia que existe una relación inversamente proporcional en la cantidad de contaminación que emites cuando tienes más o menos poder adquisitivo, es decir, que cuanto más dinero tienes contaminas muchos más y mientras menos poder adquisitivo tienes menos contaminación emites al medio ambiente, por lo que se requiere que haya un ajuste en esta balanza. Acabar con las amplias diferencias sociales que tenemos en ambos extremos de la brecha social es difícil, pero sí es posible acabar con la extrema y desmesurada contaminación que generan este pequeño y selecto grupo de personas, puesto que es el único camino que tenemos para salvar este planeta.
Según expertos, se supone que una persona anualmente debería generar una cantidad pequeña de CO2 para mantener estable la temperatura de la tierra y asegurar la supervivencia de la raza humana en este planeta, esa cantidad es de alrededor de tres toneladas de CO2 por persona al año, lo cual no será muy difícil de cumplir en personas de escasos recursos, incluso en personas de clase media o alta, siempre y cuando haya un compromiso real de minimizar el impacto ambiental, pero lo realmente preocupante aquí es las altísimas emisiones que generan los ultra ricos, ya que, para ponerlo en perspectiva, un viaje de alrededor de una hora en avión privado generaría aproximadamente tres toneladas de CO2, es decir que un ultra rico tan solo con viajar en su jet privado por una hora estaría igualando o superando lo que una persona debería contaminar en todo un año, y es que haciendo estimaciones los expertos han llegado a calcular que en un año ese pequeño grupo de ultra ricos puede llegar a producir hasta 8.500 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, lo cual es exorbitante, ya que la mitad de la población más pobre del planeta produce cerca de 6.100 millones de toneladas de gases de efecto invernadero, lo cual quiere decir que este selecto grupo de personas contaminan más que la mitad de la población más pobre de este planeta, y es que viajes en aviones y yates privados, súper autos deportivos y helicópteros para pasear son lujos que solo ciertas personas pueden darse, y es ahí donde deben centrase las regulaciones e impuestos que se le pueden poner a estas personas para desincentivar la adquisición de estos lujos tan contaminantes como medida para frenar esta excesiva contaminación, demostrándonos esto que sí hay maneras de equilibrar la balanza y ayudar al medio ambiente.
Es fundamental implementar medidas que frenen la excesiva contaminación que genera este pequeño sector de personas de la sociedad, ya que de nada sirve que empresas y personas en general hagan el mayor esfuerzo por reducir la cantidad de contaminación que generan cada día si existen personas que no parece importarles nada esto del cambio climático, ya que actúan irresponsablemente derrochando lujos y excentricidades que de forma indirecta nos afectan a todos. Sí hay medidas que se pueden implementar para limitar el accionar tan irresponsable de este uno por ciento de la población, y se necesita que los gobiernos presten mucha más atención en este aspecto, puesto que nuestro planeta requiere acciones urgentes.
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