El tema de la inteligencia artificial es uno de los más hablados y comentados por medios de comunicación y personas en redes sociales, y es que se podría decir que estamos viviendo una revolución tecnológica, en donde cada día salen nuevos programas y aplicaciones que son capaces de realizar tareas muy complejas en segundos. Las inteligencias artificiales son capaces de escribir textos, dibujar cuadros, programar, diseñar, crear voces realistas y hacer muchas otras tareas más con un grado de precisión que sería impensable hace años atrás. Recientemente líderes y empresarios tecnológicos, entre ellos Elon Musk, firmaron una petición para frenar el entrenamiento de las inteligencias artificiales, con el argumento de que es necesario desarrollar reglas y protocolos que deban seguir estos nuevos sistemas para que se garantice la seguridad y se minimicen los riesgos a los que podemos estar expuestos al usar dichos programas, lo cual es una preocupación muy válida ya que el potencial de la IA es enorme, y si no se limita su alcance, puede que a futuro estos programas se salgan de control, y se conviertan en un verdadero problema. Sí es necesario regular la inteligencia artificial puesto que, como la historia nos ha demostrado, toda herramienta tecnológica siempre puede ser usada de manera incorrecta, y es precisamente eso lo que hay que evitar desde ahora.
El uso masivo de internet ha traído consigo miles de ventajas y posibilidades en miles de ámbitos y profesiones, y es que esta herramienta es fundamental para casi cualquier cosa en nuestros días, sin embargo, y como todos sabemos, también ha traído consigo miles de problemas y riesgos en la seguridad y privacidad de las personas. En el ámbito de la inteligencia artificial ya estamos viendo cómo esta puede ser usada de formas no muy éticas, y es que ChatGPT, uno de los programas más populares de inteligencia artificial, te puede escribir un ensayo del tema que quieras, de la extensión que le pidas y con los parámetros que desees, lo cual inevitablemente nos pone a pensar si en el futuro estos programas van a ser capaces de escribir textos más complejos como artículos científicos o tesis, de tal manera que sea imposible distinguir si ese texto lo escribió una persona real o una IA, y es que seamos sinceros, muchas personas no van a usar estas herramientas como ayuda o apoyo, sino que directamente van a usarlas para no realizar tareas que son básicas y fundamentales en lo académico, como el análisis, la argumentación y la escritura, lo cual solo va a perjudicar a futuro el desarrollo de las capacidades intelectuales de todos, es decir, cada vez vamos a depender más de un programa y no de nuestro intelecto. Se requiere que haya estrictos controles sobre lo que escriben las inteligencias artificiales puesto que cada vez será más difícil identificar si un texto es escrito por una IA o por una persona real.
Otro aspecto en el que se han destacados las inteligencias artificiales es en la creación de imágenes digitales, y aquí sí que hay un peligro muchos más latente para todos, puesto que las imágenes falsas van a ser cada vez más fáciles de crear, lo cual puede llevarnos a un futuro en el que se creen videos de cosas que nunca pasaron en la realidad, creando así toda una desinformación y caos en los medios de comunicación y en las plataformas como las redes sociales, puesto que actualmente no tenemos sistemas que detecten automáticamente si una imagen o video que se compartió es falso o no. Es fundamental tener control sobre las imágenes que crean herramientas como DALL-E, y sobre todo poner límites a esta creación de contenido digital, puesto que, como ya vimos, puede haber muchos casos en donde estas herramientas sean usadas de manera incorrecta y hasta, por qué no, ilegal.
La preocupación de muchos sectores tecnológicos por el desarrollo tan acelerado de la inteligencia artificial atiende a una preocupación más que todo económica, y es que muchos buscadores como Google están preocupados porque pueden ser reemplazados fácilmente por programas de IA, sin embargo, los argumentos que se esgrimen sobre la necesidad de establecer límites y regular las inteligencias artificiales son muy válidos, y es que a día de hoy no hay legislación clara que limite el accionar de estos programas, no hay consideraciones éticas y morales en el desarrollo y entrenamiento de estos programas, por lo que es necesario y aún estamos a tiempo de regular estas herramientas, que sí, son muy beneficiosas en muchos campos, pero la libertad total en el ámbito tecnológico, como la historia ya nos ha demostrado, es muy peligrosa.
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