La culminación de todo el proceso educativo de una persona es cuando por fin puede tener un trabajo, cuando entra al mundo laboral y cuando es útil a la sociedad, desarrollando sus talentos y capacidades en una profesión determinada. Las empresas en general buscan tener personas capacitadas y con un buen currículo, para no tener ningún inconveniente y asegurarse que ese empleado va a desempeñar bien su función, lo que demuestra que hay muchísimas exigencias y filtros a la hora de entrar a una empresa a trabajar, sin embargo, muchas veces esta exigencia y rigor no se ven reflejados en las condiciones de trabajo que la empresa brinda a los trabajadores, puesto que en muchas existe explotación laboral descarada, con pagos de salarios bajos y con nulas garantías de estabilidad laboral. Todo esto pasa sin que las autoridades ni los trabajadores puedan hacer nada, puesto que parece que quien siempre se sale con la suya, quien siempre tiene la razón es el empleador o la empresa, no se protegen con rigurosidad los derechos del trabajador, y la razón de todo esto es la nula o poca regulación que tienen los gobiernos para defender al trabajador.
Podemos mencionar miles de ejemplos de empresas que se han visto envueltas en casos de explotación laboral, sin embargo, pocas lo aceptan y lo justifican tan descaradamente como las que se dedican a desarrollar videojuegos. En este mundo existe una cultura del “crunch”, lo cual no es más que obligar a los trabajadores a laborar en horarios extendidos, por semanas o por meses, todo esto, en la mayoría de los casos sin una paga adicional. Grandes empresas que desarrollan videojuegos como CD Projekt Red o Rockstar Games han aceptado públicamente que explotan a sus trabajadores, que los obligan a trabajar muchísimas horas a la semana, y todo con la excusa de que tienen que entregar un juego a tiempo y que si no se hace no se podrán cumplir los tiempos de entrega, demostrando que lo único que les importa es no perder dinero en acuerdos publicitarios ni enfadar a sus accionistas, dejando a un lado el bienestar y los derechos de los trabajadores, y es que de esta explotación laboral se generan muchos efectos negativos para los trabajadores como problemas de salud, problemas psicológicos, problemas familiares etc. Esta es la muestra más clara de que a los gobiernos no les interesa regular el mercado laboral y obligar a las empresas a que no exploten a sus trabajadores, de que las empresas, sobre todo cuando son muy grandes, pueden abusar del trabajador sin consecuencias, incluso llegando a callarlos o despedirlos si se quejan de abusos o condiciones injustas de trabajo. Se requiere un cambio urgente en este aspecto, puesto que en un gobierno el trabajador siempre debe ser lo más importante, y de su bienestar depende que haya un sistema laboral de calidad.
China es el país con más explotación laboral en el mundo, y es que la presión a la que se ven sometidos los trabajadores de grandes fábricas en el país asiático rompe todos los limites, y como saben, todo esto se hace con la venia del gobierno. Es por eso que en empresas como Foxconn, la cual es el principal fabricante de los teléfonos de Apple, es usual que decenas de trabajadores se quiten la vida todos los años, lo cual es terrible y nos muestra lo infame que pueden llegar a ser las empresas y la avaricia de quienes las manejan. No podemos copiar esta actitud tan nefasta del gobierno chino, debe haber una reivindicación de la importancia de las buenas condiciones de trabajo en todas las empresas, puesto que ya está demostrado que mientras mejores condiciones laborales tenga una empresa, mejores resultados puede obtener, y es allí donde juega un papel importante los gobiernos, ya que ellos son los que deben, a través de las leyes, obligar a las empresas a cumplir y a respetar al trabajador.
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