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sábado, 9 de septiembre de 2023

LA ANOREXIA Y SU RELACIÓN CON LA PUBLICIDAD (ENSAYO ARGUMENTATIVO)

 Uno de los trastornos alimenticios más usuales en la actualidad es la anorexia, la cual se podría definir como un miedo irracional a subir de peso, por lo que la persona se obliga a rechazar los alimentos, bajando excesivamente de peso, a tal punto que hay una distorsión de la propia imagen corporal, obsesionándose con bajar de peso aun cuando ya está en un peso demasiado bajo y peligroso para la salud de la persona. Las causas de este trastorno alimenticio son variadas; puede generarse por aspectos personales, como la baja autoestima, por una personalidad altamente perfeccionista, por ser una persona aislada y con poca interacción social; o pueda generarse por aspectos más contextuales o sociales, como una sociedad que valora más la delgadez, o que no enseña la importancia de la autoestima. Es precisamente a estas causas contextuales que nos vamos a referir, puesto que son las más determinantes a la hora de propiciar contextos que desencadenan trastornos alimenticios como la anorexia. La publicidad y su representación ideal de los cuerpos perfectos es claramente un factor social o contextual que ha facilitado o propiciado que haya cada vez más casos de anorexia, puesto que constantemente estamos expuestos a comerciales y vallas publicitarias que muestran cuerpos, tanto de hombres como de mujeres, que son delgados, musculosos y perfectos, lo cual hace que las personas crean esta falsa idea de que una persona atractiva debe verse como esos modelos que usa la publicidad, lo cual no es así y es un aspecto que está generando efectos muy negativos en la sociedad, como, por ejemplo, trastornos alimenticios. La publicidad y sus ideales falsos de belleza es una de las causas más silenciosas de trastornos alimenticios como la anorexia. 




Cuando investigas un poco sobre las cusas de la anorexia usualmente no encontramos nada que refiera a la publicidad y su efecto en las personas, y es que es algo que no se pone en el centro de la discusión. Como sabemos, este mundo de los anuncios y de la publicidad mueve miles de millones todos los años y es algo tan masivo que es lógico que nadie se ponga a pensar en el impacto que un simple anuncio pueda ejercer en las personas, sin embargo, es precisamente por esta desidia o falta de interés por mostrar los efectos nocivos que la publicidad ejerce en las personas y en los problemas que desencadena que es importante reflexionar sobre los estereotipos que nos imponen. La publicidad es algo tan masivo y tan presente en la cotidianidad de las personas que está normalizado y que es habitual para todos, estamos tan acostumbrados a consumir esto que usualmente cedemos ante el poder de persuasión que tienen los anuncios, y es que estos están diseñados para convencer a las personas de que efectivamente todo lo que te está diciendo es cierto, real y verídico, lo cual casi nunca es así, y no lo es precisamente porque muchas veces estos anuncios muestran representaciones falsas e irreales de “cuerpos perfectos”, hay tanta producción, tanto maquillaje y tanta edición en estas fotos y videos que salen en los anuncios que es prácticamente imposible que una persona en la vida real se vea tan perfecta, pero las personas creen e idealizan estas representaciones. Los anuncios están tan bien hechos que son capaces de convencer a una persona de que usando el producto que se quiere vender podrás lucir de manera perfecta como te lo muestra el anuncio, y esto se convierte, muchas veces, en una obsesión que desencadena en problemas como la anorexia. Sí hay una correlación entre la forma en la que se muestran o se idealizan los cuerpos en la publicidad y los trastornos alimenticios como la anorexia, hay una cultura de perfeccionar todo en la publicidad que está teniendo repercusiones altamente negativas en un sector de la población y hay que tomar medidas para evitar esto. 





Si hay algo que es muy usual es que la publicidad mienta descaradamente. Podemos mencionar miles de casos en donde grandes empresas han sido sancionadas por distribuir y presentar publicidad que claramente es engañosa, pero esto lo han permitido los mismos consumidores que seden fácilmente ante falsas promesas y resultados maravillosos que prometen los anuncios de diferentes productos. Está normalizada en nuestra sociedad la mentira y la información falsa en la publicidad, y es que en cualquier anuncio puedes ver afirmaciones que ocupan toda una valla publicitaria pero que es desmentida o condicionada bajo ciertos casos inmediatamente después, con letras muy pequeñas que casi nadie ve, lo que hace que nos quedemos solo con la información positiva, la que ocupa la mayor parte de esa valla publicitaria. Las regulaciones en materia de publicidad engañosa no son efectivas puesto que gran parte de los anuncios que vemos muestran cierto grado de información oculta, cierto grado de engaño: un motivo más para no fiarnos de una industria como la de la publicidad. Todo esto es un llamado de atención para no ceñirnos a los ideales de belleza que nos muestra una industria que está acostumbrada a mentir y engañar, valiéndose de tácticas de manipulación poco éticas. 


Es innegable que las imágenes y los estereotipos que nos muestra la publicidad están errados y que estos pueden tener consecuencias muy graves como trastornos alimenticios. Como seres humanos debemos ser conscientes de que la publicidad siempre trata de transmitir cierta perfección y ciertos estándares de belleza que son ficticios y poco realistas, y que lo único que busca esta industria es lucrar, con información poco clara y, muchas veces engañosa: todo para convencerte de comprar. No hay que subestimar el poder de la publicidad y hay que buscar soluciones a los efectos negativos que tiene en la sociedad puesto que es algo que está muy presente en la cotidianidad de todos. 


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