Recientemente hemos visto cómo hay un cambio de enfoque en la industria del videojuego, más exactamente en el mundo de las consolas de sobremesa, y es que un aspecto que era fundamental y determinante a la hora de escoger qué consola comprar, dentro de las opciones que hay en el mercado, eran los videojuegos exclusivos; puesto que si eres un seguidor de Halo, claramente te decantarías por una Xbox Series; pero si eres muy fan de Spiderman, escogerías una PlayStation; o si por el contrario lo tuyo son los juegos de Mario, muy seguramente comprarías una Nintendo Switch. Todo esto de escoger una consola teniendo en cuenta los juegos exclusivos que hay en una plataforma está quedando atrás, y es que recientemente Xbox ha cambiado las reglas de juego, publicando videojuegos exclusivos de Xbox en la consola de Sony y en la de Nintendo, algo impensable hace algunos años atrás, todo esto simplemente para poder llegar a más usuarios, y convencerlos de adquirir su servicio de Game Pass. Aunque a muchos no les ha caído nada bien esta idea, sobre todo a los usuarios de PlayStation, lo cierto es que no limitar el acceso a un juego es muy beneficioso para los usuarios, ya que no necesitan cambiar de hardware para jugarlo, y también lo es para las desarrolladoras, ya que pueden llegar a más público, lo que significa más ventas y más ganancias. La industria de los videojuegos es eso, una industria, una empresa, y toda empresa necesita ganancias, y esta movida de Xbox es claramente el indicio de que el futuro de los videojuegos está en su masificación en el mayor número de plataformas posibles.
Sony es una empresa que construyó el imperio de PlayStation con el enfoque de los videojuegos exclusivos, y es que sagas como Spiderman, The Last of Us o God of War solamente podían ser jugadas en una PlayStation, lo cual le ayudó a Sony a vender muchísimas consolas con respecto a Microsoft. Aunque por muchos años la exclusividad fue el arma secreta de Sony, en la actualidad el desarrollo de videojuegos exclusivos es excesivamente costoso, y el retorno muchas veces no es el esperado, generando pérdidas millonarias para Sony, lo cual ha hecho que, desde hace algunos años, la empresa nipona cambie este enfoque de la exclusividad, dándole la oportunidad a los usuarios de PC de jugar sus exclusivos, estrategia que le ha dejado un buen margen de ganancias, puesto que este mercado es enorme. Es claro que, aunque tener videojuegos exclusivos le da cierto atractivo e identidad a una consola, lo cierto es que empresas como Sony no tienen un gran margen de ganancias en la venta de hardware, muchas veces las consolas se venden a pérdidas, puesto que el mayor margen de ganancias siempre está en la venta de videojuegos, razón por la cual es claro y evidente que, financieramente hablando, el mejor camino que una empresa como Sony puede tomar es el de llevar sus franquicias a la mayor cantidad de plataformas posibles, puesto que esto le va a garantizar enormes ventas no solo en sus consolas sino en el enorme mercado del PC, lo cual ayuda a consolidar la marca y a tener finanzas estables que ayuden a crear más videojuegos.
Es claro que no tiene mucho sentido limitar el acceso a un videojuego exclusivamente en una consola, cuando puedes tener la oportunidad de llevar ese mismo sofware a una plataforma con muchos más usuarios, que te va a asegurar muchas más ventas. Aunque este punto de vista más financiero acabe con la exclusividad de los videojuegos en una consola, aspecto que no le gusta mucho a los seguidores de PlayStation o Xbox, lo cierto es que para que haya continuidad de este hardware en el futuro, estos cambios en la manera en que se distribuyen los videojuegos son fundamentales, porque aseguran que haya mucha más inversión en nuevas experiencias y nuevo hardware, asegura que la industria tenga más desarrollos, más estudios creando nuevas experiencias, más empleo y que, en general, tenga una mejor estabilidad, algo que en la actualidad cada vez es más difícil.
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